viernes, 18 de noviembre de 2011

LA LITERATURA Y DRAGON-BALL

RASTROS MITOLÓGICOS DE DRAGON-BALL


Dragonball, toma como base una antigua historia china publicada anónimamente en 1590, durante la dinastía Ming, Sun Wukong.
Se trata de “Viaje al Oeste“, una de las novelas más importantes de la literatura china protagonizada por el rey mono Sun Wukong, un poderoso guerrero con cola que aprendió diversas técnicas de lucha de su maestro (como volar en las nubes) y que utiliza como arma un palo capaz de alargarse.
La historia luego salta un poco en el tiempo y continua protagonizado por un monje -muy femenino- llamado Xuanzang (básicamente es la base de Bulma), al que le encargan ir hasta la India y llevar al Este unos sutras de origen budista. El monje recluta a tres figuras que serán sus protectores: Sun Wukong, el monstruo-cerdo Zhu Bajie (la base de Oolong) y Sha Wujing (Yamcha en Dragonball) Luego de 14 años de viaje y batallas, los protagonistas regresan a casa.



ACTIVIDAD


1. ¿Qué función cumple la literatura en el mundo contemporáneao (actualidad)?


2. ¿Conocías esta historia?


3. ¿Qué opinas al respecto?


4. Busca mayor información de la novela VIAJE AL OESTE: AVENTURAS DEL REY MONO (anónimo siglo XVI) e informa con anotaciones en clase de lo averiguad.

domingo, 6 de noviembre de 2011

LITERATURA CONTEMPORÁNEA II

JOSÉ SARAMAGO




Su prosa es una constante crítica a la sociedad moderna llena de posturas que le son ajenas al hombre y su "humanidad". En el decir de sus críticos, José Saramago denuncia constantemente el estado de pérdida de lo humano por efecto, uso y avance de la tecnología y el pensamiento del hombre contemporáneo; según su parecer, la sociedad está en franca vía de desaparición de su propia condición, pues en el tiempo ha sustituido cuestiones esenciales a la acción cotidiana humana. Por ejemplo, las novelas ENSAYO SOBRE LA CEGUERA; TODOS LOS NOMBRES y LA CAVERNA son una clara alusión a lo expresado. veamos:


ENSAYO SOBRE LA CEGUERA: pérdida de la visión

TODOS LOS NOMBRES: pérdida del nombre

LA CAVERNA: pérdida del empleo


En cuanto a su estilo, es evidente que su estilo pasa por escribir y presentar párrafos, y en lamyoría de casos, oraciones sumamente extensas, colocando comas donde otos escritores pondrían únicamente coma.Esta forma de narrar, pese a parecer un defecto, para muchos, es una virtud; pues rápidamente nos familiarizamos con su estilo y secuencilidad; la razón de esto está en que no usa un lenguaje artificioso ni recargado, es un estilo simple y llano. Por otro lado, están las aparente "disgresiones": constantemente introduce reflexiones sobre la situación del hombre y la sociedad de una manera simple sin perder su intención filosófica.






ENSAYO SOBRE LA CEGUERA
Trama: Aparece una enfermedad desconocida en la sociedad. Todos las personas van quedando ciegas. Todas son desconocidas, es más, carecen de nombre. Empiezan a vagar sin rumbo por calles abandonadas e imprecisas en las que predomina la ley del que aún no haya quedado ciego. Entonces, ante el avance irrefrenable del mal, el gobierno decide encerrar a todos los enfermos en una especie de Campo de Concentración.En este lugar aparece una m,afia de ciegos que compra y vende, niega y toroga todo lo que llega a su poder: son los "dominantes". La excepción al mal es que la mujer del médico se convierte en la única que no pierde la vista y será quien prácticamente nos va contando todo lo que ve. Sin embargo, el mal no cesa y el grupo humano se haya ante una disyuntiva...¿Qué hacer?
Tema: La sociedad indolente ante las desgracias colectivas


LA CAVERNA

Trama: Cipriano Alvor es un anciano de 64 años, que ha trabajado junto a su familia (y desde generaciones pasadas9 como artesanos de barro y que de un momento a otro se ha percatado que su trabajo ha dejado de ser importante para el mundo. La situación se torna aún más preocupante cuando en el entorno han creado un nuevo centro de comercios (que simboliza al mundo de Occidente). Entonces, las nuevas industris que procesan el barro y la maquinaria de avanzada tecnológica han podido sustituir el trabajo artesanal del hombre. Una sentencia ejemplarizadora de Saramago dice: "los centros comerciales, los estadios y las discotecas son ahora donde las personas aprenden las normas de vida y todos estos lugares son cavernas cerradas". Y más adelante prosigue con otra afirmación del efecto negativo que genera la actual sociedad en el hombre: "la conciencia autista que crean los grandes centros comerciales".
Tema: crítica a la sociedad contemporánea que incita al consumismo.


ACTIVIDAD:
1. ¿Qué semejanzas encuentras entre la literatura de José saramago y los conceptos del vanguardismo? Reflexiona tu respuesta.
2. Caín es otra de las obras de Jopsé Saramago ¿Por qué fue catalogada como una obra menor o mala obra del autor? Averiguar.
3. Ingrese al siguiente link y traslada el argumento de TODOS LOS NOMBRES (otra novela muy reconocida del autor) a un mapa mental: www.analitica.com/vas/1999.08.4/caracas/05.htm
4. Anota los siguientes datos:
a. datos del Premio Nobel a Saramago
b. situaciones que rodearon su muerte

lunes, 24 de octubre de 2011

NARRATIVA INDIANISTA: ENRIQUE LÓPEZ ALBÚJAR




USHANAN - JAMPI

La plaza de Chupán hervía de gente. El pueblo entero, ávido de curiosidad, se había congregado en ella desde las primeras horas de la mañana, en espera del gran acto de justicia a que se la había convocado la víspera, solemnemente.
Se habían suspendido todos los quehaceres particulares y todos los servicios públicos. Allí estaban el jornalero, poncho al hombro, sonriendo con sonrisa idiota, ante la frase intencionada de los corros; el pastor greñudo de pantorrillas bronceadas y musculosas, serpenteadas de venas, como lianas en torno de un tronco; el viejo silencioso y taimado, mascador de coca sempiterno; la mozuela tímida y pulcra, de pies limpios y bruñidos como acero pavonado, y uñas desconchadas y roídas y faldas negras y esponjosas como repollo; la vieja regañona, haciendo perinolear al aire el huso mientras barbotea un rosario interminable de conjuros, y el chiquillo, con su clásico sombrero de falda gacha y copa cónica tiritando al abrigo de un ilusorio ponchito que apenas le llega al vértice de los codos.
Y por entre esa multitud, los perros, unos perros color de ámbar sucio, hoscos, de cabezas angulosas y largas como cajas de violín, costillas transparentes, pelos hirsutos, miradas de lobo, cola de zorro y patas largas, nervudas y nudosas yendo y viniendo incesantemente, olfateando a las gentes con descaro, interrogándoles con miradas de ferocidad contenida, lanzando ladridos impacientes, de bestias que reclamaran su pitanza.
Se trataba de hacerle justicia a un agraviado de la comunidad, a quien uno de sus miembros, Cunce Maille, ladrón incorregible, le había robado días antes una vaca. Un delito que había alarmado a todos profundamente, no tanto por el hecho en sí cuanto por la circunstancia de ser la tercera vez que un mismo individuo cometía igual crimen. Algo inaudito en la comunidad. Aquello significaba un reto, una burla a la justicia severa e inflexible de los yayas, merecedora de un castigo pronto y ejemplar.
Al pleno sol, frente a la casa comunal y en torno de una mesa rústica y maciza, con una macicez de mueble incaico, el gran concejo de los yayas, constituido en tribunal, presidía el acto, solemne, impasible, impenetrable, sin más señales de vida que el movimiento acompasado y leve de las bocas chacchadoras, que parecían tascar un freno invisible.
De pronto los yayas dejaron de chacchar, arrojaron de un escupitajo la papilla verdusca de la masticación, limpiáronse en un pase de manos las bocas espumosas y el viejo Marcos Huacachino, que presidía el consejo, exclamó:
- Ya hemos chacchado bastante. La coca nos aconsejará en el momento de la justicia. Ahora bebamos para hacerlo mejor.
Y todos servidos por un decurión, fueron vaciando a grandes tragos un enorme vaso de chacta.
-Que traigan a Cunce Maille- ordenó Huacachino una vez que todos terminaron de beber.
Y, repentinamente, maniatado y conducido por cuatro mozos corpulentos, apareció ante el Tribunal un indio de edad incalculable, alto, fornido, ceñudo y que parecía desdeñar las injurias y amenazas de la muchedumbre. En esa actitud, con la ropa ensangrentada y desgarrada por las manos de sus perseguidores y las dentelladas de los perros ganaderos, el indio más parecía la estatua de la rebeldía que la del abatimiento. Era talla regularidad de sus facciones de indio puro, la gallardía de su cuerpo, la altivez de su mirada, su porte señorial que, a pesar de sus ojos sanguinolentos, fluía de su persona una gran simpatía, la simpatía que despiertan los hombres que poseen la hermosura y la fuerza.
-¡Suéltenlo!- exclamó la misma voz que había ordenado traerlo.
Una vez libre Maille, se cruzó de brazos, irguió la desnuda y revuelta cabeza, desparramó sobre el consejo una mirada sutilmente desdeñosa y esperó.
- José Ponciano te acusa de que el miércoles pasado le robaste su vaca y que has ido a vendérsela a los de Obas. ¿Tú qué dices?
- ¡Verdad! Pero Ponciano me robó el año pasado un toro. Estamos pagados.
- ¿Por qué entonces no te quejaste?
- Porque yo no necesito de que nadie me haga justicia. Yo mismo sé hacérmela.
- Los yayas no consentimos que aquí nadie se haga justicia. El que se la hace pierde su derecho.
Ponciano al verse aludido, intervino:
- Maille está mintiendo, taita. El toro que dice que yo le robé Se lo compré a Natividad Huaylas. Que lo diga; está presente.
-Verdad, taita- contestó un indio, adelantándose hasta la mesa del consejo.
-¡Perro!- gritó Maille, encarándose ferozmente a Huaylas- Tan ladrón tú como Ponciano. Todo lo que tú vendes es robado. Aquí todos se roban.
Ante tal imputación, los yayas, que al parecer dormitaban, hicieron un movimiento de impaciencia al mismo tiempo que muchos individuos del pueblo levantaban sus garrotes en son de protesta y los blandían gruñendo rabiosamente. Pero el jefe del tribunal, más inalterable que nunca, después de imponer silencio con gesto imperioso dijo:
- Cunce Maille, has dicho una brutalidad que ha ofendido a todos. Podríamos castigarte entregándote a la justicia del pueblo, pero sería abusar de nuestro poder.
Y dirigiéndose al agraviado José Ponciano, que desde uno de los extremos de la mesa, miraba torvamente a Maille, añadió:
- ¿En cuánto estimas tu vaca, Ponciano?
- Treinta soles, taita. Estaba para parir, taita.
En vista de estas respuestas el presidente se dirigió al público en esta forma:
- ¿Quién conoce la vaca de Ponciano? ¿Cuánto podrá costar la vaca de Ponciano?
Muchas voces contestaron a un tiempo que la conocían y que podría costar realmente los treinta soles que le había fijado su dueño.
- ¿Has oído, Maille? -dijo el presidente al aludido.
- He oído, pero no tengo dinero para pagar.
- Tienes ganado, tienes tierras, tienes casa. Se te embargará uno de tus ganados, y como tú no puedes seguir aquí porque es la tercera vez que compareces ante nosotros por ladrón, saldrás de Chupán inmediatamente y para siempre. La primera vez te aconsejamos lo que debías hacer para que enmendaras y volvieras a ser hombre de bien. No has querido. Te burlas del yaachisulm. La segunda vez tratamos de ponerte bien con Felipe Tacuche, a quien le robaste diez carneros. Tampoco hiciste caso del alliachusum, pues no has querido reconciliarte con tu agraviado y vives amenazándole constantemente... Hoy le ha tocado a Ponciano ser el perjudicado y mañana quién sabe a quién le tocará. Eres un peligro para todos. Ha llegado el momento de botarte y aplicarte el jitarishum. Vas a irte para no volver más. Si vuelves, ya sabes lo que te espera: te cogemos y te aplicamos ushanam-jampi,
- ¿Has oído bien Cunce Maille?
Maille se encogió de hombros, miró al tribunal con indiferencia, echó mano al huallqui que, por milagro había conservado en la persecución y sacando un poco de coca se puso a chacchar lentamente.
El presidente de los yayas, que tampoco se inmutó por esta especie de desafío del acusado, dirigiéndose a sus colegas, volvío a decir:
- Compañeros, este hombre que está delante de nosotros es Cunce Maille, acusado por tercera vez de robo en nuestra comunidad. El robo es notorio; no lo ha desmentido; no ha probado su inocencia. ¿Qué debemos hacer con él?
- Botarlo de aquí, aplicarle jitarishum, -contestaron a una voz los yayas, volviendo a quedar mudos e impasibles.
- ¿Has oído, Maille? Hemos procurado hacerte un hombre de bien, pero no lo has querido. Caiga sobre ti jitarishum.
Después, levantándose y dirigiéndose al pueblo, añadió con voz solemne y más alta que la empleada hasta entonces.
- Este hombre que ven aquí es Cunce Maille, a quien vamos a botar de la comunidad por ladrón. Si alguna vez se atreve a volver a nuestras tierras cualquiera de los presentes podrá matarlo. No lo olviden. Decuriones, cojan a ese hombre y sígannos.
Y los yayas, seguidos del acusado y de la muchedumbre, abandonaron la plaza, atravesaron el pueblo y comenzaron a descender por una escarpada senda, en medio de un imponente silencio. Hasta los perros, momentos antes inquietos, bulliciosos, marchaban en silencio, gachas las orejas y las colas, como percatados de la solemnidad del acto.
Después de un cuarto de hora de marcha por senderos abruptos, el jefe de los yayas levantó su vara de alcalde y la extraña procesión se detuvo al borde del riachuelo que separa las tierras de Chupán de las de Obas.
- ¡Suelten a ese hombre! -exclamó el yaya de la vara. - y dirigiéndose al reo:
- Cunce Maille: desde este momento tus pies no pueden seguir pisando nuestras tierras por que nuestros jircas se enojarían, y su enojo causaría la pérdida de las cosechas y se secarían las quebradas y vendría la peste. Pasa el río y aléjate para siempre de aquí.
Maille volvió la cara hacia la multitud que con gesto de asco e indignación, más fingido que real, acababa de acompañar las palabras sentenciosas del yaya, y después de lanzar al suelo un escupitajo enormemente despreciativo, con ese desprecio que sólo el rostro de un indio es capaz de expresar, exclamó:
- ¡Ysmayta-micuy!
- Y de cuatro saltos salvó las aguas del Chillán y desapareció entre los matorrales de la banda opuesta, mientras los perros ladraban furiosamente, sin atreverse a penetrar en las cristalinas y bulliciosas aguas del riachuelo.
Si para cualquier hombre la expulsión es una afrenta, para un indio, y un indio como Cunce Maille, la expulsión de la comunidad significa todas las afrentas posibles, el resumen de todos los dolores frente a la pérdida de todos los bienes: la choza, la tierra, el ganado, el jirca y la familia. Sobre todo, la choza.
El jitarishum es la muerte civil del condenado, una muerte de la que jamás se vuelve a la rehabilitación; que condena al indio al ostracismo perpetuo y parece marcarle con un signo que le cierra para siempre las puertas de la comunidad. Se le deja solamente la vida para que vague con ella a cuestas por quebradas, cerros, punas y bosques, o para que baje a vivir en las ciudades bajo la férula del misti; lo que para un indio altivo y amante de las alturas es un suplicio y una vergüenza.
Y Cunce Maille, dada su naturaleza rebelde y combativa, jamás podría resignarse a la expulsión que acababa de sufrir. Sobre todo, habían dos fuerzas que le atraían constantemente a la tierra perdida: su madre y su choza. ¿Qué iba a ser de su madre sin él? Este pensamiento le irritaba y le hacía concebir los más inauditos proyectos. Y exaltado por los recuerdos, nostálgico y cargado su corazón de odio, como una nube; de electricidad, harto en pocos días de la vida de azar y merodeo que se le obligaba a llevar, volvió a repasar, en las postrimerías de una noche, el mismo riachuelo que un mes antes cruzara a pleno sol, bajo el silencio de una poblada hostil y los ladridos de una jauría famélica y feroz.
A pesar de su valentía, comprobada cien veces, Maille, al pisar la tierra prohibida, sintió como una mano que le apretara el corazón, y tuvo miedo. ¿Miedo de qué? ¿De la muerte? Pero ¿qué podría importarle la muerte a él, acostumbrado a jugarse la vida por nada? ¿Y no tenía para eso su carabina y sus cien tiros? Lo suficiente para batirse con Chupán entero y escapar cuando se le antojara.
Y el indio, con el arma preparada, avanzó cauteloso, auscultando todos los ruidos, oteando los matorrales, por la misma senda de los despeñaderos y. de los cactus tentaculares y amenazadores como pulpos, especie de vía crucis, por donde solamente se atrevían a bajar, pero nunca a subir, los chupanes, por estar reservada para los grandes momentos de su feroz justicia. Aquello era como la roca Tarpeya del pueblo.
Maille salvó todas las dificultades de la ascensión y, una vez en el pueblo, se detuvo frente a una casucha y lanzó un grito breve y gutural, lúgubre, como el gruñido de un cerdo dentro de un cántaro. La puerta se abrió y dos brazos se enroscaron al cuello del proscrito, al mismo tiempo que una voz decía:
- Entra, guagua-yau, entra. Hace muchas noches que tu madre no duerme esperándote. ¿Te habrán visto?
Maille, por toda respuesta, se encogió de hombros y entró.
Pero el gran consejo de los yayas, sabedor por experiencia propia de lo que el indio ama su hogar, del gran dolor que siente cuando se ve obligado a vivir fuera de él, de la rabia con que se adhiere a todo lo suyo, hasta el punto de morirse de tristeza cuando le falta poder para recuperarlo, pensaba: "Maille volverá cualquier noche de estas; Maille es audaz, no nos teme, nos desprecia, y cuando él sienta el deseo de chacchar bajo su techo y al lado de la vieja Nastasia, no habrá nada que lo detenga".
Y los yayas pensaban bien. La choza sería la trampa en que habría de caer alguna vez el condenado. Y resolvieron vigilarla día y noche, por turno, con disimulo y tenacidad verdaderamente indios.
Por eso aquella noche, apenas Cunce Maille .penetró a su casa, un espía corrió a comunicar la noticia al jefe de los yayas.
- Cunce Maille ha entrado a su casa, taita. Nastasia le ha abierto la puerta -exclamó palpitante, emocionado, estremecido aún por el temor, con la cara de un perro que viera a un león de repente.
- ¿Estás seguro, Santos?
- Sí, taita, NastaSia lo abrazó. ¿A quién podrá abrazar la vieja Nastasia, taita? Es Cunce...
- ¿Está armado?
- Con carabina, taita. Si vamos a sacarlo, iremos todos armados. Cunce es malo y tira bien.
Y la noticia se esparció por el pueblo eléctricamente... "¡Ha llegado Cunce Maille! ¡Ha llegado Cunce Maille!" era la frase que repetían todos estremeciéndose. Inmediatamente se formaron grupos. Los hombres sacaron a relucir sus grandes garrotes los garrotes de los momentos trágicos; las mujeres, en cuclillas, comenzaron a formar ruedas frente a la puerta de sus casas, y los perros, inquietos, sacudidos por el instinto, a llamarse y a dialogar a la distancia.
- ¿Oyes, Cunce? - murmuró la vieja Nastasia, que, recelosa y con el oído pegado a la puerta, no perdía el menor ruido, mientras aquél, sentado sobre un banco, chacchaba impasible, como olvidado de las cosas del mundo-. Siento pasos que se acercan, y los perros se están preguntando quién ha venido de fuera. ¿No oyes? Te habrán visto. ¡Para qué habrás venido, guagua-yau!
Cunce hizo un gesto desdeñoso y se limitó a decir:
- Ya te he visto, mi vieja, y me he dado el gusto de saborear una chaccha en mi casa. Voime ya. Volveré otro día.
Y el indio, levantándose y fingiendo una brusquedad que no sentía, esquivó el abrazo de su madre y, sin volverse, abrió la puerta, asomó la cabeza a ras del suelo y atisbó. Ni ruidos, ni bultos sospechosos; sólo una leve y rosada claridad comenzaba a teñir la cumbre de los cerros.
Pero Maille era demasiado receloso y astuto, como buen indio, para fiarse de ese silencio. Ordenóle a su madre pasar a la otra habitación y tenderse boca abajo; dio en seguida un paso atrás, para tomar impulso, y de un gran salto al sesgo salvó la puerta y echó a correr como una exhalación. Sonó una descarga y una lluvia de plomo acribilló la puerta de la choza, al mismo tiempo que innumerables grupos de indios armados de todas armas, aparecían por todas partes gritando: ¡Muera Cunce Maille! ¡Ushanan-jampi! ¡Ushanan-jampi!.
Maille apenas logró correr unos cien pasos, pues otra descarga, que recibió de frente, le obligó a retroceder y escalar de cuatro saltos felinos el aislado campanario de la iglesia, desde donde, resuelto y feroz, empezó a disparar certeramente sobre los primeros que intentaron alcanzarle.
Entonces comenzó algo jamás visto por esos hombres rudos y acostumbrados a todos los horrores y ferocidades; algo que, iniciado con un reto, llevaba trazas de acabar en una heroicidad monstruosa, épica, digna de la grandeza de un canto.
A cada diez tiros de los sitiadores, tiros inútiles, de rifles anticuados, de escopetas inválidas, hechos por manos temblorosas, el sitiado respondía con uno invariablemente certero, que arrancaba un lamento y cien alaridos. A las dos horas había puesto fuera de combate a una docena de asaltantes, entre ellos a un yaya, lo que había enfurecido al pueblo entero.
- ¡Tomen, perros! - gritaba MaiIIe a cada indio que derribaba-. Antes que me cojan mataré cincuenta. Cunce Maille vale cincuenta perros chupanes. ¿Dónde está Marcos Huacachino? ¿Quiere un poquito de cal para su boca con esta shipina?
Y la shipina era el cañón de arma, que amenazadora y mortífera, apuntaba en todo sentido.
Ante tanto horror, que parecía no tener término, los yayas, después de larga deliberación, resolvieron tratar con el rebelde. El comisionado debería comenzar por ofrecerle todo, hasta la vida, que, una vez abajo y entre ellos, ya se vería cómo eludir la palabra empeñada. Para esto era necesario un hombre animoso y astuto como Maille, y de palabra capaz de convencer al más desconfiado.
Alguien señaló a José Facundo. "Verdad - exclamaron los demás-. Facundo engaña al zorro cuando quiere y hace bailar al jirca más furioso".
Y Facundo, después de aceptar tranquilamente la honrosa misión, recostó su escopeta en la tapia en que estaba parapetado, sentóse, sacó un puñado de coca y se puso a catipar religiosamente por espacio de diez minutos largos. Hecha la catipa y satisfecho del sabor de la coca, saltó la tapia y emprendió una vertiginosa carrera, llena de saltos y zig-zags, en dirección al campanario gritando:
- ¡Amigo Cunce!, ¡amigo Cunce!, Facundo quiere hablarte.
Cunce Maile le dejó llegar y una vez que lo vio sentarse en el primer escalón de la gradería le preguntó:
- ¿Qué quieres, Facundo?
- Pedirte que bajes y te vayas.
- ¿Quién te manda?
- ¡Yayas!
- Yayas son unos supaypa-huachasgan, que cuando huelen sangre quieren beberla. ¿No querrán beber la mía?
- No; yayas me encargan decirte que si quieres te abrazarán y beberán contigo un trago de chacta en el mismo jarro y te dejarán salir con la condición de que no vuelvas más.
- Han querido matarme.
- Ellos no; Ushanan-jampi, nuestra ley. Ushanan-jampi igual para todos; pero se olvidará esta vez para ti. Están asombrados de tu valentía. Han preguntado a nuestra gran jirca-yayag y él ha dicho que no te toquen. También han catipado y la coca les ha dicho lo mismo. Están pesarosos.
Cunce Maille vaciló, pero comprendiendo que la situación en que se encon­traba no podía continuar indefinidamente, que, al fin llegaría el instante en que habría de agotársele la munición y vendría el hambre, acabó por decir, al mismo tiempo que bajaba:
- No quiero abrazos ni chacta. Que vengan aquí todos los yayas desarmados y, a veinte pasos de distancia, juren por nuestro jirca que me dejarán partir sin molestarme.
Lo que pedía Maille era una enormidad, una enormidad que Facundo no podía prometer, no sólo porque no estaba autorizado para ello sino porque ante el poder del ushanan-jampi no había juramento posible.
Facundo vaciló también, pero su vacilación fue cosa de un instante. Y, después de reír con gesto de perro a quien le hubiesen pisado la cola, replicó:
- He venido a ofrecerte lo que pidas. Eres como mi hermano y yo le ofrezco lo que quiera a mi hermano.
Y, abriendo los brazos, añadió:
- Cunce, ¿no habrá para tu hermano Facundo un abrazo? Yo no soy yaya.Quiero tener el orgullo de decirle mañana a todo Chupán que me he abrazado con un valiente como tú.
Maille desarrugó el ceño, sonrió ante la frase aduladora y, dejando su carabina a un lado, se precipitó en los brazos de Facundo. El choque fue terrible. En vez de un estrechón efusivo y breve, lo que sintió Maille fue el enroscamiento de dos brazos musculosos, que amenazaban ahogarle. Maille comprendió instantáneamente el lazo que se le había tendido, y, rápido como el tigre, estrechó más fuerte a su adversario, levantóle en peso e intentó escalar con él el campanario. Pero al poner el pie en el primer escalón, Facundo, que no había perdido la serenidad, con un brusco movimiento de riñones hizo perder a Maille el equilibrio, y ambos rodaron por el suelo, escupiéndose injurias y amenazas. Después de un violento forcejeo, en que los huesos crujían y los pechos jadeaban, Maille logró quedar encima de su contendor.
- ¡Perro!, más perro que los yayas - exclamó Maille, trémulo de ira-; te voy a retacear allá arriba, después de comerte la lengua.
Facundo cerró los ojos y se limitó a gritar rabiosamente:
- ¡Ya está!, ¡ya está!, ¡ya está! ¡Ushanam-jampi!
-¡Calla, traidor!-, volvió a rugir Maille, dándole un puñetazo feroz en la boca, y cogiendo a Facundo por la garganta se la apretó tan rudamente que le hizo saltar la lengua, una lengua lívida, viscosa, enorme, vibrante como la cola de un pez cogido por la cabeza, a la vez que entornaba los ojos y una gran conmoción se deslizaba por su cuerpo como una onda.
Maille sonrió satánicamente; desenvainó el cuchillo, cortó de un tajo la lengua de su víctima y se levantó con intención de volver al campanario. Pero los sitiadores, que, aprovechando el tiempo que había durado la lucha, lo habían estrechamente rodeado, se lo impidieron. Un garrotazo en la cabeza lo aturdió; una puñalada en la espalda lo hizo tambalear; una pedrada en el pecho obligóle a soltar el cuchillo y llevarse las manos a la herida. Sin embargo, aún pudo reaccionar y abrirse paso a puñaladas y puntapiés y llegar, batiéndose en retirada, hasta su casa. Pero la turba, que lo seguía de cerca, penetró tras él en el momento en que el infeliz caía en los brazos de su madre. Diez puñaladas se le hundieron en el cuerpo.
- ¡No le hagan así, taitas, que el corazón me duele! - gritó la vieja Nastasia, mientras, salpicado el rostro de sangre, caía de bruces, arrastrada por el desmadejado cuerpo de su hijo y por el choque de la feroz acometida. Entonces desarrollóse una escena horripilante, canibalesca. Los cuchillos, cansados de punzar, una mano arrancaba el corazón y otra los ojos, ésta cortaba la lengua y aquélla vaciaba el vientre de la víctima. Y todo esto acompañado de gritos, risotadas, insultos e imprecaciones, coreados por los feroces ladridos de los perros, que, a través de las piernas de los asesinos, daban grandes tarascadas al cadáver y sumergían ansiosamente los puntiagudos hocicos en el charco sangriento.
- ¡A arrastrarlo! - gritó una voz.
- ¡A arrastrarlo! - respondieron cien más. - ¡A la quebrada con él!
- ¡A la quebrada!
Inmediatamente se le anudó una soga al cuello y comenzó el arrastre. Primero, por el pueblo, para que, según los yayas, todos vieran cómo se cumplía el Ushanan-jampi, después por la senda de los cactus.
Cuando los arrastradores llegaron al fondo de la quebrada, a las orillas del Chillán, sólo quedaba de Cunce Maille la cabeza y un resto de espina dorsal. Lo demás quedóse entre los cactus, las puntas de las rocas y las quijadas insaciables de los perros.
Seis meses después, todavía podía verse sobre el dintel de la puerta de la abandonada y siniestra casa de los Maille, unos colgajos secos, retorcidos, amarillentos, grasosos, a manera de guirnarlas: eran los intestinos de Cunce Maille, puestos allí por mandato de la justicia implacable de los yayas.

lunes, 11 de julio de 2011

CUENTO JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

EL SUEÑO DEL PONGO




Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo(*), de sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas viejas.
El gran señor, patrón de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludo en el corredor de la residencia.
- ¿Eres gente u otra cosa? - le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio.
Humillándose, el pongo contestó. Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie.
- ¡A ver! - dijo el patrón - por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas sus manos que parece que no son nada. ¿Llévate esta inmundicia! - ordenó al mandón de la hacienda.
Arrodillándose, el pongo le besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al mandón hasta la cocina.
El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero había un poco como de espanto en su rostro; algunos siervos se reían de verlo así, otros lo compadecían. "Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna debe ser el frío de sus ojos, el corazón pura tristeza", había dicho la mestiza cocinera, viéndolo.
El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado; comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban, cumplía. "Sí, papacito; sí, mamacita", era cuanto solía decir.
Quizá a causa de tener una cierta expresión de espanto, y por su ropa tan haraposa y acaso, también porque quería hablar, el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al anochecer, cuando los siervos se reunían para rezar el Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al pongo delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo.
Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya estaba hincado, le daba golpes suaves en la cara.
- Creo que eres perro. ¡Ladra! - le decía.
El hombrecito no podía ladrar.
- Ponte en cuatro patas - le ordenaba entonces-
El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies.
- Trota de costado, como perro - seguía ordenándole el hacendado.
El hombrecito sabía correr imitando a los perros pequeños de la puna.
El patrón reía de muy buena gana; la risa le sacudía todo el cuerpo.
- ¡Regresa! - le gritaba cuando el sirviente alcanzaba trotando el extremo del gran corredor.
El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado.
Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras tanto el Ave María, despacio, como viento interior en el corazón.
- ¡Alza las orejas ahora, vizcacha! ¡Vizcacha eres! - mandaba el señor al cansado hombrecito. - Siéntate en dos patas; empalma las manos.
Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando permanecen quietos, como orando sobre las rocas. Pero no podía alzar las orejas.
Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor.
- Recemos el Padrenuestro - decía luego el patrón a sus indios, que esperaban en fila.
El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie.
En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al patio y se dirigían al caserío de la hacienda.
- ¡Vete pancita! - solía ordenar, después, el patrón al pongo.
Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus iguales, los colonos*.
Pero... una tarde, a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo con sus densos ojos, ése, ese hombrecito, habló muy claramente. Su rostro seguía un poco espantado.
- Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte - dijo.
El patrón no oyó lo que oía.
- ¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro? - preguntó.
- Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero hablarte - repitió el pongo.
- Habla... si puedes - contestó el hacendado.
- Padre mío, señor mío, corazón mío - empezó a hablar el hombrecito -. Soñé anoche que habíamos muerto los dos juntos; juntos habíamos muerto.
- ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio - le dijo el gran patrón.
- Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos desnudos. Los dos juntos; desnudos ante nuestro gran Padre San Francisco.
- ¿Y después? ¡Habla! - ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por la curiosidad.
- Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro gran Padre San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos examinaba, pensando, creo, el corazón de cada uno y lo que éramos y lo que somos. Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío.
- ¿Y tú?
- No puedo saber cómo estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo.
- Bueno, sigue contando.
- Entonces, después, nuestro Padre dijo con su boca: "De todos los ángeles, el más hermoso, que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro ángel pequeño, que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de chancaca más transparente".
- ¿Y entonces? - preguntó el patrón.
Los indios siervos oían, oían al pongo, con atención sin cuenta, pero temerosos.
- Dueño mío: apenas nuestro gran Padre San Francisco dio la orden, apareció un ángel, brillando, alto como el sol; vino hasta llegar delante de nuestro Padre, caminando despacio. Detrás del ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de luz suave como el resplandor de las flores. Traía en las manos una copa de oro.
- ¿Y entonces? - repitió el patrón.
- "Ángel mayor: cubre a este caballero con la miel que está en la copa de oro; que tus manos sean como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre", diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el ángel excelso, levantando la miel con sus manos, enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía, como si estuviera hecho de oro, transparente.
- Así tenía que ser - dijo el patrón, y luego preguntó:
- ¿Y a ti?
- Cuando tú brillabas en el cielo, nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar: "Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano".
- ¿Y entonces?
- Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le alcanzaban las fuerzas para mantener las alas en su sitio, llegó ante nuestro gran Padre; llegó bien cansado, con las alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro grande. "Oye viejo - ordenó nuestro gran Padre a ese pobre ángel -, embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que hay en esa lata que has traído; todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo como puedas. ¡Rápido!". Entonces, con sus manos nudosas, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata, me cubrió, desigual, el cuerpo, así como se echa barro en la pared de una casa ordinaria, sin cuidado. Y aparecí avergonzado, en la luz del cielo, apestando...
- Así mismo tenía que ser - afirmó el patrón. - ¡Continúa! ¿O todo concluye allí?
- No, padrecito mío, señor mío. Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo, nos vimos juntos, los dos, ante nuestro Gran padre San Francisco, él volvió a mirarnos, también nuevamente, ya a ti ya a mi, largo rato. Con sus ojos que colmaban el cielo, no sé hasta qué honduras nos alcanzó, juntando la noche con el día, el olvido con la memoria. Y luego dijo: "Todo cuanto los ángeles debían hacer con ustedes ya está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo". El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas recuperaron su color negro, su gran fuerza. Nuestro Padre le encomendó vigilar que su voluntad se cumpliera.
(*) Indio que pertenece a la hacienda.

miércoles, 6 de julio de 2011

LITERATOUR ....COMO EN EUROPA

EN LIMA, DEBEMOS VISITAR...




Recién se inauguró en nuestro país el LITERATOUR, especie de recorrido a pie (si se quiere) por las principales calles y sitios en los que un escritor reconocido pasó su vida, y por ende, algún efecto o afecto se aplicó o evidenció en su obra. De este modo, se propone una forma más de comprender la obra y vida de nuestros artistas literarios. Bueno, esta noticia publicada en El Comercio el día de ayer, menciona que se optó por iniciar esta actividad con MARIO VARGAS LLOSA. Veamos

"Martes, 05 de julio de 2011

(EFE). Varios parques y avenidas emblemáticos del distrito limeño de Miraflores están incluidos, a partir de hoy, en el circuito turístico inspirado en la vida y obra del premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa.
El laureado escritor pasó gran parte de su adolescencia en Miraflores, donde vivía y estudiaba, y también comenzó a trabajar con el historiador y literato Raúl Porras Barrenechea en su biblioteca particular.
Precisamente, el alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz, y la viceministra de Turismo, Mara Seminario, inauguraron hoy el primer “Literatour” que señala cinco lugares entrañables en ese distrito para el autor de “Los Cachorros” y “Las travesuras de la niña mala” entre otros títulos.
A SEGUIR
La ruta turística empieza en el parque Kennedy, el más concurrido del distrito y ubicado al lado de la iglesia principal de Miraflores, luego sigue el lugar donde se encontraba el parque Salazar con vista a la playa, pero que desde hace varios años dio paso al concurrido centro comercial Larcomar.
También se menciona la casa de Porras Barrenechea, convertida ahora en un centro cultural en la calle Colina, donde Vargas Llosa trabajó seleccionando los libros de su maestro universitario.
Los últimos dos puntos de la ruta son la concurrida avenida Larco, la arteria principal del distrito llena de tiendas y restaurantes, y el pasaje Champagnat, donde se encontraba el colegio del mismo nombre donde estudió el literato.
PERÚ, MULTIDESTINO
La viceministra de Turismo mostró su satisfacción porque Perú se ha convertido, según su opinión, en un “multidestino” en los últimos años, después de hacer sido solo atractivo por mucho tiempo por la ciudad incaica del Cusco y la ciudadela de Machu Picchu.
“Trabajamos por ubicar los lugares que el premio Nobel había descrito en sus novelas, y hoy tenemos un gobierno local que ha tomado la iniciativa del Gobierno central para hacerlo realidad”, dijo Seminario.
A su turno, el alcalde de Miraflores dijo que esta era la primera etapa de la ruta Vargas Llosa, pues “se van a ir añadiendo otros más en la vasta literatura” del autor peruano.
Muñoz agregó que la ruta no sólo servirá para involucrarse más en el maravilloso mundo literario de Vargas Llosa, sino para que los ciudadanos se involucren con la ciudad, caminando por sus calles".

lunes, 4 de julio de 2011

RICARDO PALMA



ÉPOCA DEL ROMANTICISMO PERUANO


Rasgos generales


* Participó en la defensa de Lima en la Batalla de Miraflores.

* Luego de la pcupación chilena en la Guerra del Pacífico, perdió su casa, sobre todo, su biblioteca.

* Recibe como encargo la Dirección de la Biblioteca Nacional. Entonces pidió donaciones para reequipar la institución, razón por la cual recibe el seudónimo de "El Bibliotecario Mendigo".

* Su mayor logro literario lo constituye las Tradiciones Peruanas.

* La tradición es inclasificable: mezcla de historia, costumbres, humor, aforismos y coloquialismos que nunca hacen perder la elegancia a la narración.

* Sostuvo fuertes encuentros verbales con Manuel González Prada porque éste lo señalaba como culpable, y toda su generación, de la derrota ante Chile en la Guerra del Pacífico. Antes, González Prada fue su discípulo.




OBRAS:

Narrativa: Tradiciones peruanas; Tradiciones en salsa verde (de carácter sensual).

Teatro: Rodil

Obras filológicas: Papeletas lexicográficas; Neologismos y americanismos.

Obras históricas: Nalaes de la Inquisición de Lima; Monetagudo y Sánchez Carrión

Crítica y Ensayo: La bohemia de mi tiempo

Poesía: Armonías; Filigranas; verbos y gerundios; Pasionarias



ACTIVIDAD:

1. Traslade a mapas mentales las siguientes Tradiciones:

* Los motivos del oidor

* Al pie de la letra

* El obispo chicheño

2. Luego de ilustrar a Palma; diga cuál es la principal característica de una tradición de este autor.

sábado, 2 de julio de 2011

CUENTO INDIGENISTA PERUANO

EL BARRANCO


(José María Arguedas)





En el barranco de K'ello-k'ello se encontraron, la tropa de caballos de don Garayar y los becerros de la señora Grimalda. Nicacha y Pablucha gritaron desde la entrada del barranco:
—¡Sujetaychis! ¡Sujetaychis! (¡Sujetad!)
Pero la piara atropelló. En el camino que cruza el barranco, se revolvieron los becerros, llorando.
—¡Sujetaychis!—Los mak'tillos Nicacha y Pablucha subieron, camino arriba, arañando la tierra.
Las mulas se animaron en el camino, sacudiendo sus cabezas; resoplando las narices, entraron a carrera en la quebrada, las madrineras atropellaron por delante. Atorándose con el polvo, los becerritos se arrimaron al cerroé algunos pudieron volverse y corrieron entre la piara. La mula nazqueña de don Garayar levantó sus dos patas y clavó sus cascos en la frente del "Pringo". El "Pringo" cayó al barranco, rebotó varias veces entre los peñascos y llegó hasta el fondo del abismo. Boqueando sangre murió a la orilla del riachuelo.
La piara siguió, quebrada adentro, levantando polvo.
—¡Antes, uno nomás ha muerto! ¡Hubiera gritado, pues, más fuerte!—Hablando, el mulero de don Garayar se agachó en el canto del camino para mirar el barranco.
—¡Ay señorcito! ¡La señora nos latigueará; seguro nos colgará en el trojal!
—¡Pringuchallaya! ¡Pringucha!
Mirando el barranco, los mak'tillos llamaron a gritos al becerrito muerto.
La Ene, madre del "Pringo", era la vaca más lechera de la señora Grimalda. Un balde lleno le ordeñaban todos los días La llamaba Ene, porque sobre el lomo negro tenía dibujada una letra N, en piel blanca. La Ene era alta y robusta, ya había dado a la patrona varios novillos grandes y varias lecheras. La patrona la miraba todos los días, contenta:
—¡Es mi vaca! ¡Mi mamacha! (¡Mi madrecital).
Le hacían cariño, palmeándole en el cuello.
Esta vez, su cría era el "Pringo". La vaquera lo bautizó con ese nombre desde el primer día. "El Pringo", porque era blanco entero. El Mayordomo quería llamarlo "Misti", rorque era el más fino y el más grande de todas las crías de su edad.
—Parece extranjero—decía.
Pero todos los concertados de la señora, los becerreros y la gente del pueblo lo llamaron "Pringo". Es un nombre más cariñoso, más de indios, por eso quedó.
Los becerreros entraron llorando a la casa de la señora. Doña Grimalda salió al corredor para saber. Entonces los becerreros subieron las gradas, atropellándose; se arrodillaron en el suelo del corredor; y sin decir nada todavía, besaron el traje de la patrona; se taparon la cara con la falda de su dueña, y gimieron, atorándose con su saliva y con sus lágrimas.
—¡Mamitay!
—¡No pues! ¡Mamitay!
Doña Grimalda gritó, empujando con los pies a los muchachos.
—¡Caray! ¿Qué pasa?
—"Pringo" pues, mamitay. En K'ello-k'ello, empujando mulas de don Garayar
—¡"Pringo" pues! ¡Muriendo ya, mamitay!
Ganándose, ganándose, los becerreros abrazaron los pies de doña Grimalda, uno más que otro; querían besar los pies de la patrona.
—¡Ay Dios mío! ¡Mi becerritol ¡Santusa, Federico, Antonio...!
Bajó las gradas y llamó a sus concertados desde el patio.
—iCorran a K'ello-k'ello! ¡Se ha desbarrancado el "Pringo"! ¿Qué hacen esos, amontonados allí? ¡Vayan, por delante!
Los becerreros saltaron las gradas y pasaron al zaguán, arrastrando sus ponchos. Toda la gente de la señora salió tras de ellos.
Trajeron cargado al "Pringo". Lo tendieron sobre un poncho, en el coredor. Doña Grimalda, lloró, largo rato, de cuclillas junto al becerrito muerto. Pero la vaquera y los mak'tillos, lloraron todo el día, hasta que entró el sol.
—¡Mi papacito! ¡Pringuchallaya!
—¡Ay niñito, súmak'wawacha! (¡Criatura hermosa!).
—¡Súmak' wawacha!
Mientras el Mayordomo le abría el cuerpo con su cuchillo grande; mientras le sacaba el cuerito; mientras hundía sus puños en la carne, para separar el cuero, la vaquera y los mak'tillos, seguían llamando:
—¡Niñucha! ¡Por qué pues!
—¡Por qué pues, súmak'wawacha!
Al día siguiente, temprano, la Ene bajaría el cerro bramando en el camino. Guiando a las lecheras vendría como siempre. Llamaría primero desde el zaguán. A esa hora, ya goteaba leche de sus pezones hinchados.
Pero el Mayordomo le dio un consejo a la señora.
—Así he hecho yo también, mamita, en mi chacra de las punas—le dijo.
Y la señora aceptó.
Rayando la aurora, don Fermín clavó dos estacas en el patio de ordeñar, y sobre las estacas un palo de lambras. Después trajo al patio el cuero del "Pringo", lo tendió sobre el palo, estirándolo y ajustando las puntas con elavos, sobre la tierra.
A la salida del sol, las vacas lecheras estaban ya en el callejón llamando a sus crías. La Ene se paraba frente al zaguán; y desde allí bramaba sin descanso, hasta que le abrían la puerta. Gritando todavía pasaba el patio y entraba al corral de ordeñar.
Esa mañana, la Ene llegó apurada; rozando su hocico en el zaguán, llamó a su "Pringo". El mismo don Fermín le abrió la puerta. La vaca pasó corriendo el patio. La señora se había levantado ya, y estaba sentada en las gradas del corredor.
La Ene entró al corral. Estirando el cuello, bramando despacito, se acercó donde su "Pringo"; empezó a lamerle, como todas las mañanas. Grande le lamía, su lengua áspera señalaba el cuero del becerrito. La vaquera le maniató bien; odeñándole un poquito humedeció los pezones, para empezar. La leche hacía ruido sobre el balde.
—¡Mamaya! ¡Y'astá mamaya! —llamando a gritos pasó del corral al patio, el Pablucha.
La señora entró al corral, y vió a su vaca. Estaba lamiendo el cuerito del "Pringo", mirándolo tranquila, con sus ojos dulces.
Así fue, todas las mañanas; hasta que la vaquera y el Mayordomo, se cansaron de clavar y desclavar el cuero del "Pringo". Cuando la leche de la Ene empezó a secarse, tiraban nomás el cuerito sobre un montón de piedras que había en el corral, al pie del muro. La vaca corría hasta el extremo del corral, buscando a su hijo; se phraba junto al cerco, mirando el cuero del becerrito. Todas las mañanas lavaba con su lengua el cuero del "Pringo". Y la vaquera la ordeñaba, hasta la última gota.
Como todas las vacas, la Ene también, acabado el ordeño, empezaba a rumiar, después se echaba en el suelo, junto al cuerito seco del "Pringo", y seguía, con los ojos medio cerrados. Mientras, el sol alto despejaba las nubes, alumbraba fuerte y caldeaba la gran quebrada.

lunes, 27 de junio de 2011

EXAMEN BIMESTRAL DE LENGUAJE Y LITERATURA

QUINTO DE SECUNDARIA



Dhalia Sánchez Triveño en el Primer Recital de Poesía, In memoriam 2011



(BALOTARIO)
LENGUAJE
01. Mencione tres lenguas amerindias amazónicas.
02. Si se sabe que la lengua tienes tres niveles: subestándar, estándar y superestándar ¿A qué nivel se vincula el siguiente enunciado: "Se contrataron especialistas en fibras textiles"?
03. Explique por qué en la Amazonía existe mayor complejidad lingüística.
04. ¿En las expresiones: "el águila" y "el alma" por qué los sustantivos son femeninos aunque aperentemente fueran masculinos? Explique
05. En los diminutivos de FRÍO y TÍO, ¿existe diptongo o hiato?
06. Reconozca qué tipo de PS existe en "Mi conejo Rafo devora su panca porque tiene mucha hambre; tú lo sabes ahora".



07. ¿Hasta de cuántas clases es todo sustantivo? Explique su respuesta.
08. ¿En qué consiste la anfibología? Proponga dos ejemplos utilizando predicado verbal.
09. Mencione tres ejemplos de parasíntesis.
10. En cuanto a los morfemas derivativos, ¿qué otro nombre reciben?
11. Cite cuatro ejemplos que presenten infijos. Identifique sus partes.
12. En la conformación de palabras, ¿a qué se denomina DERIVACIÓN y PARASÍNTESIS?
13. ¿En qué consiste la voz pasiva y la voz activa?
14. Explique con un ejemplo por caso a los modos verbales en nuestro idioma.
15. Proponga tres ejemplos de sustantivos heterónimos.
16. Mencione una OS que presente: sujeto tácito; atributo. Identifíquelos.
17. ¿Cuál es el error de normativa en la expresión: SE VENDEN GATOS MALTESES"?
18. Si un alumno llama a su maestra "Miss Karen", por ejemplo; por secuencia lógica debería llamar a su profesor "Míster Armando" igualmente. Sin embargo no se usa. ¿´Qué reflexión puedes hacer al respecto?
19. ¿En qué casos es incorrecto usar extranjerismos? ¿En qué casos es correcto? Use ejemplos.
20. ¿A qué se llaman lenguas amerindias y lenguas indoeuropeas? Fundamente lo que diga.
21. ¿En el acto de fonación, cuál es el papel de la laringe?
22. ¿Cuándo una consonante es oclusiva?
23. Refiera la cantidad de grafemas y consonantes que posee nuestra lengua.
24. ¿En el Perú, cuáles son las lenguas ágrafas?
25. ¿Qué fenómeno lingüístico observa en el siguiente enunciado en que un pasajero le dice a un cobrador de movilidad urbana "Le pagaré con una china"?
26. Identifique el error de redacción en:
- Beatriz, dile a esos muchachos que hay recorte de agua en todo el distrito.
27. Sustituya por verbos más precisos para la redacción en:
a. Tu tío Martín tomará una combi en el paradero.
b. Muriel soltó sus pensamientos.
28. El gentilicio correcto para Lisboa y Belén...
29. ¿Por qué razón FUE y FE no se tildan?
30. ¿La lengua aimara es solamente hablada en el Perú? Desarrolle su idea.
31. Conjugue correctamente el verbo DESMEMBRAR en el presente indicativo, y en las tres personas gramaticales del plural (nosotros, vosotros, ellos).
32. Superlativos correctos para SAGRADO, FRÍO, CÉLEBRE, CRUEL y LIBRE.
33. La población quechuahablante está agrupada en todas las regiones del Perú; sin embargo, no en igual proporción ¿En qué región es más abundante?
34. Mencione tres americanismos.
35. Explique los casos en que el término SÍ debe tildarse; válgase de ejemplos.
36. Según la normativa, qué debe corregirse en una expresión como "Si lo tendría te lo daría, Arturo".
37. ¿En qué consiste la perífrasis verbal?
38. Con un ejemplo, explique lo relacionado al archifonema.
39. La función del lenguaje conocida como APELATIVA ¿a qué elemento de la comunicación se relaciona directamente? Fundamente su respuesta.
40. ¿Cuál es el principal aporte de Louis Hjemslev a la Gramática?
41. Desde un enfoque morfológico, ¿qué se puede decir de la palabra ETERNIDAD?
42. ¿Cómo se le conoce a la variante sociorregional de una lengua?
43. Función del lenguaje que predomina en "Me entusiasma y agrada una promoción unida".
44. Cuando el profesor le levanta el pulgar a un alumno como señal de aprobación o acuerdo, ¿qué elemento de la comunicación le debemos atribuir al pulgar levantado?
45. Explique lo concerniente a los tipos de predicativo.
46. Mencione a las partículas pronominales.
47. Con claridad, explique los usos correctos para A DONDE - ADONDE - ADÓNDE. Utilice ejemplos.
48. ¿En qué caso ESTE adquiere la forma de pronombre?
49. Razón por la que al expresar "Celebramos el décimo noveno aniversario de la muerte de César Vallejo en todo el Perú" resulta ser una un error de expresión.
50. Mencione dos ejemplos que tengan verbo transitivo.
51. Razón por la que al expresar "Mis padres celebrarán su doceavo aniversario de matrimonio" constituye un error de expresión.
52. Tipo de proposición subordinada existente en: - El verano llegó, aunque no se siente mucho.
53. Elabora un enunciado en la que una frase nominal cumpla funcion de vocativo.
54. Indetifica al adverbio en "Brenda trajo medio limón y lo puso sobre la mesa".
55. Explica, con un ejemplo, ¿a qué se llama sujeto paciente?

LITERATURA
56. Representante del Indigenismo en nuestro país, autor de El mundo es ancho y ajeno, por ejemplo.
57. Mencione dos características del Modernismo peruano, por lo menos.
58. ¿Quién representa, en el Perú, a la Generación del 50' en poesía?
59. Cite las etapas de la poesía de César Vallejo.
60. Cite las etapas de la poesía nerudiana.
61. Mencione al autor de los célebres versos "Soy el cantor de América / autóctono y salvaje;/ mi lira tiene un alma,/ mi canto un ideal. / Mi verso no se mece/ colgado de un ramaje/ con un vaivén pausado /de hamaca tropical..."

62. Refiera las obras publicadas por Javier Heraud.

63. ¿Cuál es la diferencia entre el CRIOLLISMO y ANTICRIOLLISMO nacional, desde un putno de vista conceptual? ¿Quiénes los lideran, respectivamente?

64. Aureliano Buendía, Úrsula Iguarán como Santa Sofía de la Piedad son personajes de la obra...

65. ¿Qué semejanza podrías establecer entre Octavio Paz y Pablo Neruda?

66. Caracterice al haylli, harawi y wanka, en la Literatura Inca.

67. España. Durante el Siglo de Oro, ¿qué formas adoptó la novela? Defínalas brevemente.

68. En la época griega del teatro, ¿a qué se conoció como ditirambos?

69. Especifique cuál es la principal diferencia entre las dionisiacas rurales y urbanas, en el teatro griego clásico.

70. Establezca una semejanza entre Dido y Safo.

71. Según su parecer, ¿cuál fue la principal desgracia de Medea?

72. Explique por qué se llama "antihéroe" a Raskólnikov (Crimen y castigo).

73. ¿Cuáles son los grandes temas en Macbeth y Hamlet?

74. ¿Cuál es el principal aporte de Petrarca a la literatura?

75. La Divina Comedia es la gran obra de Dante Alighieri. Explique el título de esta obra.

76. ¿Qué pretendía el Naturalismo a diferencia del Realismo? Mencione la principal obra de Emile Zolá.

77. ¿Cómo definiría a la Comedia Humana?

78. En Madame Bovary, según su comprensión ¿Qué llevó a Emma hacia su propia desgracia?

79. En la Orestiada, ¿Quiénes y por qué torturaban a Orestes?

80. Mencione dos escritores consagrados del cuento durante el Realismo (incluya nacionalidades).



*RESOLVER Y ENTREGAR EN FÓLDER. UTILICE LA INVESTIGACIÓN.



César Rivera Poma

miércoles, 1 de junio de 2011

RIMAS DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER





SELECCIÓN DE RIMAS

RIMA V
Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
yo vivo con la vida
sin formas de la idea.

Yo nado en el vacío
del sol tiemblo en la hoguera
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.

Yo soy el fleco de oro
de la lejana estrella,
yo soy de la alta luna
la luz tibia y serena.

Yo soy la ardiente nube
que en el ocaso ondea;
yo soy del astro errante
la luminosa estela.

Yo soy nieve en las cumbre,
soy fuego en las arenas,
azul onda en los mares
y espuma en las riberas.

En el laúd soy nota,
perfume en la violeta,
fugas llama en las tumbas
y en las ruinas hiedra.

Yo atrueno en el torrente,
y silbo en la centella
y ciego en el relámpago
y rujo en la tormenta.

Yo río en los alcores
susurro en la alta hierba,
suspiro en la onda pura
y lloro en la hoja seca.

Yo ondulo con los átomos
del el humo que se eleva
y al cielo lento sube
en espiral inmensa.

Yo en los dorados hilos
que los insectos cuelgan
me mezclo entre los árboles
en la ardorosa siesta.

Yo corro tras las ninfas
que en la corriente fresca
del cristalino arrollo
desnudas juguetean.

Yo en bosque de corales,
que alfombran blancas perlas,
persigo en el océano
las náyades ligeras.

Yo, en las cavernas cóncavas,
do el sol nunca penetra,
mezclándome a los nomos
contemplo sus riquezas.

Yo busco de los siglos
las ya borradas huellas,
y sé de esos imperios
de que ni el nombre queda.

Yo sigo en raudo vértigo
los mundos que voltean,
y mi pupila abarca
la creación entera.

Yo sé de esas regiones
a do rumor no llega,
y donde los informes astros
de vida y soplo esperan.

Yo soy sobre el abismo
el puente que atraviesa;
yo soy la ignota escala
que el cielo une a la tierra.

Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.

Yo, en fin, soy el espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta.

RIMA XXI
—¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.

RIMA XXIII
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... ¡yo no sé
qué te diera por un beso!

RIMA XXXVIII
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?

XLII
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma,
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.

LII
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!

Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!

Nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego ornáis las desprendidas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!

Llevadme por piedad a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!

RIMA LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!

RIMA LIV
Cuando volvemos las fugaces horas
del pasado a evocar,
temblando brilla en sus pestañas negras
una lágrima pronta a resbalar.

Y al fin resbala y cae como gota
del rocío al pensar
que cual hoy por ayer, por hoy mañana
volveremos los dos a suspirar.

JORGE MANRIQUE. POESÍA CULTA DEL SIGLO XV


COPLAS A LA MUERTE DE SU PADRE, DON RODRIGO MANRIQUE

(Jorge Manrique)



Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto de va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe naide, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio
pues que todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
allegados son iguales,
los que viven por sus manos
y los ricos.

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos;
de ellas deshace la edad,
de ellas casos desastrados
que acaecen,
de ellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallecen.

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforzados
y valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benigno a los sujetos!
¡A los bravos y dañosos,
qué león!

Vocabulario:
Recuerde: despierte.
Seso: sentido.
Acordado: alcanzado, conseguido.
En un punto: en un instante.
Por tal manera: del mismo modo.
Caudales: grandes.
Fenecemos: morimos.
Seso: talento.
Sujetos oprimidos.

martes, 29 de marzo de 2011

APROXIMACIONES A LA ENEIDA


LA RUTA DE ENEAS


La historia de La Eneida explica cómo aparece Roma a partir de la destrucción de Troya. La Enedida es un poema dividido en doce libros en los que se canta las hazañas de Eneas, el héroe troyano a quien el Destino alejó de su patria y lo condujo hasta Italia, unas tierras lejanas. En este lugar fundaría, pasado algún tiempo, una ciudad que sería la cuna de la raza latina y de la propia Roma. En este poema, Virgilio (Mantua 70 al 19 a.C.) recoge y da hidalguía la tradición existente, según la cual, los romanos son descendientes de Eneas y de los teucros que lo acompañaron en este viaje épico desde el incendio de Troya y su arribo a Lacio.

ENEAS Y DIDO (LATÍN)

Cuando Eneas y sus compañeros, en su accidentado viaje desde Troya en busca de una patria, llegan a las costas del norte de África, encuentran allí a la reina fenicia Dido, que estaba construyendo una nueva ciudad. También ella, como Eneas, había tenido que abandonar su patria, en el otro extremo del Mediterráneo (mirad el mapa: de Tiro a Cartago), huyendo de un hermano violento.
Aunque no quiere olvidar a su esposo muerto, Siqueo, Eneas la conmueve con el relato de sus penalidades (mirad la imagen que abre la entrada), hasta el punto de reconocer en su corazón las huellas de una antigua llama- el amor-: "agnosco veteris vestigia flammae", confiesa a su hermana y confidente. Dido ofrece al troyano Eneas compartir con ella el trono del nuevo reino que está construyendo. Y el troyano se deja querer, acepta vivir esta pasión. Pero los dioses habían dispuesto otro destino para él: no es en Cartago donde debe fundar una nueva patria; su viaje hacia las costas de Italia debe continuar y Eneas se apresura a obedecer los designios de los dioses. A escondidas de la reina Dido prepara las naves para zarpar. Pero la fenicia presiente el abandono ( quis fallere possit amantem?"¿quién puede engañar a un amante?") Le busca, le ruega que se quede a su lado, llora y suplica. Eneas es inflexible, no quiere ser importunado con lamentos de mujer.
Mientras ve alejarse las naves, Dido se quita la vida, no la quiere sin Eneas, no sin el traidor. Pero antes maldice para siempre a los troyanos, y en esa maldición está el germen de las futuras guerras que por tres veces enfrentarán a romanos y cartagineses:LAS GUERRA PÚNICAS No somos quién nosotros para juzgar el tremendo final de esta historia; lo cierto es que también el amor de Dido y Eneas (narrado por Virgilio en su "ENEIDA"), como el de Orfeo y Eurídice, ha sido inspiración para escritores, pintores y músicos. Este año leemos la adaptación de la "ENEIDA", el poema épico de los romanos: allí están Dido y Eneas, allí los peligros del mar, la ira de Juno, que tanto odió a los troyanos, la diosa Venus, siempre velando por su hijo Eneas; allí las guerras al llegar al Lacio, la patria anhelada; y Camila, la amazona que luchó contra ellos.


Eneas, huyó de Troya tras haber sido quemada por los aqueos. Se llevó a su padre y a su hijo a rastras, y su mujer le seguía a pocos pasos. Pero ella pereció en la oscuridad.

Eneas, desesperado, embarcó con otros supervivientes en busca de una nueva tierra. Su enemistad con Juno (Esposa de Júpiter, Diosa reina del olimpo y madre de muchos dioses) le llevó a navegar errante durante mucho tiempo.

En su viaje llega a las costas del norte de África, en Cartago. Allí habitaba la reina Dido, que se enamoró de él por obra de Cupido (el regordete angelito del arco y la flecha hijo de Venus), para que olvidara a su difunto marido; entonces lo retuvo por largo tiempo.

El reino era hospitalario y todos los troyanos querían quedarse en Cartago, pero Eneas sabía que era en Italia donde debía fundar su imperio.

Tras su marcha, Dido hostigada e instigada por las malvadas arpías (Criaturas horrendas con cabeza de mujer, cuerpo de pájaro, excelentes cantoras pero sumamente malvadas) se suicidó en una pira con la espada de Eneas maldiciendo por siempre a su amado, haciéndole jurar venganza a su pueblo para que destruyera a los hijos de su padre, los futuros romanos. (De esta forma se crea el cuadro que justifica la eterna enemistad entre dos pueblos hermanos, el de Cartago y el de Roma, que se sacaron mutuamente la mugre en las guerras púnicas).

Igual que muchos héroes griegos (Orfeo, Hércules, Odiseo y últimamente Xena) nuestro héroe Eneas, en su camino debe descender a los infiernos, allí se encuentra con su padre, ya muerto, quien le revela que fundará un imperio floreciente, (Roma).

Eneas llega al Lacio, donde gobernaba el rey Latino (así se llamaba, no es que haya nacido por estas tierras). Este rey tenía una hija que se llamaba Lavinia quien tenía que casarse con Turno, que era líder de una banda de revoltosos llamados “Rútulos”.

No obstante al Rey Latino al consultar el oráculo, se le había profetizado que un hombre llegado del mar (Eneas, lógicamente) se casaría con su hija y crearía un gran imperio.

Entonces Turno y Eneas se declararon la guerra por causa de la bella princesa (Que naturalmente prefería a Eneas) y empezaron a batallar durante un buen tiempo.

A Eneas lo ayudaba Venus (Diosa del Amor) pero Turno era ayudado por Juno. Júpiter (Dios del rayo, Padre y Rey de todos los Dioses) no se animaba a otorgar la victoria a ningún bando, por tanto la guerra se extiende y se extiende.

Al final, Eneas mata a Turno en un combate y consigue la mano de Lavinia. Final feliz y de paso fundan un reino que algún día se convertirá en Roma.



ACTIVIDAD
1. Establece la relación de La iliada (Homero) con La eneida (Virgilio)
2. Explica ¿Cómo dos obras de autores tan distintas (Homero: griego; Virgilio: romano) puede tener una historia en común ya que una es continuación de la otra? Reflexiona tu respuesta.
3. Eneas ¿por qué es llamado héroe?

INICIOS DE LA LÍRICA EN GRECIA



LÍRICA EN LA GRECIA CLÁSICA

Entre los siglos VII y VI a.C. en Grecia aparece la figura de la POLIS, con ello la burguesía ingresa con firmeza a las esferas en las que podía acceder al poder. De esta manera se hace posible apreciar algunos factores que determinarán el proceder de los hombres:

-Hay un aumento demográfico.

-Entran en crisis las políticas internas.

-Se producen migraciones y colonizaciones (costas del mar Negro, Egipto y N de Africa, Sicilia y el S de Italia… )

-Cambia la situación económica.

-Se incrementa el comercio.

-Se transforman las clases sociales.

-Se desencadenan guerras que exceden los límites locales…

-Surgen personalidades que se presentan como jefes de partido y algunos acaban convirtiéndose en tiranos, es decir, gobernantes por la fuerza..

-Se abre camino a una espiritualización de la vida que se refleja en la religión: el hombre adquiere mayor conciencia de la responsabilidad por la propia conducta.

-La arete (“virtud”) aristocrática es sustituida por el ideal de justicia (ya en Hesíodo).

En este mundo revuelto, se intensifica el sentimiento vital de los hombres por el despertar de las pasiones políticas y por la necesidad del individuo de imponerse en su lucha por la existencia; esta intensificación del sentimiento vital individual consigue una expresión adecuada en una nueva forma poética: la LÍRICA, una poesía apropiada para el canto, acompañada de la lira o del aulos -flauta (o el diaulós, doble flauta), aunque la lírica yámbica acabó siendo recitada.

No ha quedado nada del acompañamiento musical, y se supone que debía incluir también la danza.

En sus orígenes sin duda hay relación con la fiesta, y aunque apenas hay información sobre las manifestaciones preliterarias, anteriores al impulso del s.VIII a. C., la aparición de las grandes festividades griegas en el s.VIII (los Juegos Olímpicos comenzaron en el 776 a. C), y el VII, contribuyó al desarrollo de la lírica en sus diversas formas.

CARACTERÍSTICAS

En la poesía de este período aún hay huellas del pensamiento homérico y de la seriedad vital hesíodica. La dureza de la vida combativa da lugar, a veces, a un pesimismo desesperado. La religión cultual y oficial, que se integraba en la polis con el estado para formar un todo único e indivisible, no bastaba ya para satisfacer las necesidades ideológicas. Se vislumbra un nuevo mundo sentimental que no tiene ya nada que ver con la calma y la resignación con que el hombre homérico se enfrentaba a su vida y a sus dioses. Es común la idea de la indefensión del hombre, como un ser limitado ante el poder supremo de los dioses.

Por su temática, la lírica admite un contenido de gran variedad, desde un canto de boda hasta una exhortación guerrera. Son composiciones habitualmente breves, de estructura y formas métricas también muy diversas.

Junto a la brevedad, otra característica de la lírica sería la inspiración del poeta como elemento primordial y el empleo del tiempo presente, porque ya no importa el pasado.

En cuanto a su estructura hay un esquema ternario con frecuentes ampliaciones de otros elementos según la complejidad mayor o menor y la extensión definitiva del poema. En el PROEMIO se encuentra la invocación a las Musas, a la divinidadd, etc… La parte central de la composición le sirve al poeta, bien para contarnos el mito o para ampliar el proemio; en el EPÍLOGO queda recogido el comienzo del poema mediante el recurso a la composición anular. Este simple esquema encuentra en cada autor las más complejas combinaciones.

La clasificación tradicional distingue varios subgéneros. Los podemos notar en el siguiente cuadro:


La LÍRICA CORAL agrupa las composiciones destinadas a ser cantadas, y entre ellas se distingue el EPINICIO.

Es un género panhelénico, no circunscrito al territorio espartano, sino cultivado por poetas viajeros. [Esparta no era aún la ciudad militarizada y xenófoba de épocas posteriores]. La ejecución era de tipo mixto, con un proemio y un final cantados por el solista y un centro coral.

•Expresa menos la emoción personal que en el resto.
•Eran composiciones interpretadas por un coro en movimiento, al son de la lira o cualquier instrumento de cuerda, con motivo de algún tipo de fiesta o acontecimiento colectivoà no se improvisa
•En su origen, la mayoría de los poemas corales eran himnos a los dioses, aunque fue introduciendo temas variados más humanos que no dejaron nunca fuera, totalmente, la religiosidad.
•En su estructura métrica se utilizaban las tríadas, formadas por tres estrofas (estrofa, antistrofa y épodo)
•Tipos de composiciones destinadas a ser cantadas:
-peanes (himnos en honor a Apolo),
-ditirambos (himnos en honor a Dioniso),
-trenos (cantos de lamento)
-partenios (cantos de mujeres jóvenes)
-prosodias (cantos procesionales de jóvenes doncellas),
-epitalamios (cantos nupciales),
-encomios (elogios dedicados a hombres),
-epinicios (cantos en honor de los vencedores en competiciones atléticas),
-cantos de guerra.
-hyporquema (acompañado por bailarines que hacían movimientos miméticos).

Píndaro de Tebas (c. 522-448 a.C.), del que conservamos 45 epinicios, llevó la poesía coral a su cima. En él el elemento religioso no es ornamental, sino vivencia. Los dioses son sagrados y el mito no es sólo un adorno de su poesía, sino objeto de

seria y profunda meditación que facilita el conocimiento del bien. Entre sus obras los alejandrinos conocieron Himnos, Odas, Peanes, Ditirambos, Prosodia, Partenios, Encomios, Trenos y Epinicios.

Los
Epinicos u odas se conservaron relativamente, y los alejandrinos los clasificaron según los juegos en que se obtuvieron las victorias: Olímpicas, Píticas, Nemeas, Ítsmicas,
Sólo quedan fragmentos de extensión variable de los Himnos, Peanes, Ditirambos, Partenios, Hyporchémata y Encomios.

La LÍRICA MONÓDICA es la primera poesía lirica europea no destinada a ser ejecutada coralmente.

Los griegos distinguían tres tipos de canciones: las amorosas o erotiká, las de mesa o sympotiká, y las políticas o de guerra (estasiotiká). Desde el s

.VII se canta con acompañamiento de flauta. La flauta es asociada a la música asiática desde Homero (II. X 13), y la lírica literaria griega comienza con brío en tierras cercanas a Asia (las islas), o en la propia Asia (Jonia).

Se aproxima a la lengua cotidiana. Ordenan las palabras del modo más natural y cómodo, porque no necesitan adecuar el texto a un coro. Usan metros simples y musicales derivados de la canción popular. La unidad es la estrofa, que rara vez tiene más de cuatro versos.

Tradicionalmente se distinguen tres tipos: la lírica yámbica, la elegíaca y la mélica. E incluso se puede considerar el Epigrama, con menos pretensiones literarias, pero con gran difusión en ofrendas y epígrafes votivos y sepulcrales.

La MÉLICA aparece en la isla de Lesbos a principios del s.VII a.C., donde viven y mueren los dos poetas más representativos del género: SAFO y ALCEO. Era de tema amoroso principalmente. Utilizaba breves estrofas de métrica variada.

Safo parece que era una especie de institutriz de muchachas de la nobleza de la isla. Su poesía es simple y poderosa a la vez, de enorme poder intuitivo. Refleja una enorme humanidad y profundidad en el conocimiento de los sentimientos, especialmente femeninos. Desdeñaba la riqueza sin virtud, lo que la enfrentó a algunas familias aristocráticas y le valió el destierro.

Casada con un comerciante, tuvo una hija, Cleis, y al enviudar parece que dirigió una asociación o colegio para señoritas, en un ambiente de música, canto y danza à llama a su casa “casa de las servidoras de las Musas”. Hay interpretaciones muy distintas, pero es impensable la perspectiva de la prostitución y la corrupción.

Menandro (fr. 258K) cuenta que
se enamoró de Faón y, al ser rechazada, se suicidó saltando al mar desde una roca de Leúcade, pero se trata de una mala interpretación, porque Faón era un dios de la fecundidad del cortejo de Afrodita. Erotismo, amor, pasión y belleza dominan sus poemas, en una sociedad en la que los sexos viven lo afectivo por separado, exceptuando el matrimonio.
Trata temas de fiesta, autobiográficos y familiares, pero no de guerras ni política.
Safo ama a sus amigas, pide que le correspondan, compara su amor, habla de celos y separaciones, se queja de las que se fueron y de las que le rechazaron, habla de sus rivales Andrómeda y Gorgo, de las que van a irse con un hombre, promete no olvidar…parece, en muchos casos, que se trata de algo más que amistad. Ama la belleza por encima de todo y en todo momento pide a los dioses que la ayuden.

La POESÍA YÁMBICA, como poesía de la invectiva y de la sátira, está representada por Arquíloco, Hiponacte y Solón. En su origen el yambo (píe rítmico v-) estuvo asociado a los discursos satíricos del culto de la diosa Deméter.

Arquíloco de Paros (c. 680 – 645 a.C) fue el iniciador del género; canta al amor y al vino y no se avergüenza de declarar que arrojó el escudo en la batalla para salvar la vida. Cuenta el odio a sus enemigos y con sencillez describe a su amada. Las clases bajas y populares encontraron en la poesía yámbica de Arquíloco (hijo de una esclava) un órgano para su sentimiento de odio contra todo lo aristocrático y rico; manifiestan con orgullo y ostentación su pobreza y su envidia.

La LÍRICA ELEGÍACA es una creación jonia derivada del verso épico, como lo muestra su forma de dístico (hexámetro más pentámetro); en esta forma poetas como Calino, Tirteo, Mimnemo o Solón han expresado sentimientos (y situaciones menos personales con el yambo.) Los poetas alejandrinos convirtieron la elegía en un tipo de poema en el que se cantaban, entre alusiones mitológicas, las alegrías y penas de amor de los héroes mitológicos. Están convencidos de que el destino de sus pueblos depende de ellos, y, por consiguiente, se dedican con intensidad y resolución a la vida política: profeta, predicador, político, sabio son funciones desempeñadas normalmente por los poetas.

Tirteo (floruit 650 a.C.) cuando Esparta vive la segunda guerra mesenia Tirteo es el abanderado de la represión. Sus fragmentos son una parénesis, o exhortación, dirigida a los jóvenes espartanos para atacar al enemigo y morir por la patria. No se sabe si sus elegías eran cantadas en algún banquete o fiesta comunal antes de las batallas, o bien se entonaban durante la marcha del ejército.

Tirteo parte del mundo poético de Homero: viste de lenguaje épico un asunto contemporáneo como la guerra. Celebra la constitución de Licurgo. Un tema importante es que el pueblo no quiere al que vuelve indemne de la batalla, mientras que añora a un héroe que muere en combate.

En Atenas destacó Solón, que insta a la concordia y a la paz interna; alaba la riqueza conseguida honradamente. Convirtió la poesía en altavoz de sus ideas políticas y ético-religiosas y la utilizó para justificar su obra de reforma político-social. Para Solón, Zeus es el dios que con firme mirada puesta en el fin lo dirige todo sabia y justamente, sin intervenir arbitrariamente en el curso de las cosas. La raiz del mal en el mundo es la soberbia, la humana hybris. El ideal de justicia que asomaba en Hesíodo cobra ahora especial resonancia, porque la injusticia lleva al desorden social.

Por último, el EPIGRAMA es una composición poética (en dísticos, hexámetros o yambos) difundida en ofrendas, epígrafes votivos o sepulcrales, etc.; llegó a formarse una especie de repertorio de fórmulas y esquemas adaptables a otras situaciones y ocasiones con sólo variar una palabra, un nombre propio etc.

ACTIVIDAD

1. ¿Qué te parece la historia de Safo y del origen de la palabra "lesbiana"? ¿Tiene el sentido que hoy le atribuimos?

2. Entonces, ¿qué usos le dio a la poesía Tirteo? Explica con tus palabras.

3. ¿Qué relación existe entre la poesía clásica griega y las Olimpiadas? Argumenta tu respuesta.

4. Ernesto Cardenal, poeta nicaragüense, escribe también Epigramas. Lee sus epigramas a Claudia y luego explica si guarda o no relación con los epigramas planteados por los griegos.